¡Deja de explicarte constantemente y recupera tu poder! 💪

¡Deja de explicarte constantemente y recupera tu poder! 💪

Cada vez que te justificas en exceso, demuestras que no estás en paz contigo mismo. Buscas la aprobación de otros para llenar un vacío en tu corazón. Lo que parece humildad es en realidad una súplica disfrazada que huele a desesperación desde lejos.

«Un hombre sabio está contento consigo mismo, pero cada vez que sobreexplicas algo, cada elección, cada palabra, cada acción, demuestras que no estás para nada contento», dice el texto que cambió mi perspectiva.

La trampa del exceso de explicaciones

Este hábito nace de buenas intenciones: quieres evitar malentendidos, parecer justo y reflexivo. Pero al dar razones, luego más razones, después un mensaje de seguimiento para aclarar lo primero, cavas un hoyo tan profundo que tu punto original se pierde. Le das poder al oyente y le pides su aprobación sin decirlo.

Epicteto enseñó:

«Si quieres mejorar, acepta que te consideren tonto e ignorante en las cosas que no importan»

(Discursos). En otras palabras, no gastes energía defendiendo todo lo que haces.

El poder del silencio calculado

Las personas respetan la certeza. Valoran lo que es claro y no necesita defensa. Mientras más hablas, menos seguro suenas. La verdad es que la gente te juzgará sin importar cuán cuidadosamente hables. Entonces, ¿por qué molestarte?

Marcus Aurelius escribió:

«Nunca te expliques. La gente que está en tu contra no lo creerá, y tus amigos tampoco lo necesitan»

(Meditaciones). Los verdaderos amigos entenderán sin explicaciones, y tus enemigos tergiversarán tus palabras sin importar cuán cuidadoso seas.

Cómo romper este patrón destructivo

Practica el silencio poderoso. Di lo que piensas, expresa tu punto, y luego calla. No agregues agua a un licor fuerte. Tu energía debe ser «esto es lo que soy, tómalo o déjalo».

Cuando sientes la necesidad de explicarte, respira profundo y pregúntate: ¿estoy haciendo esto para aclarar o para sentirme seguro? Si es lo segundo, guarda silencio.

La magia ocurre cuando dejas de describir todo en exceso. Las personas se acercan más, prestan más atención, llenan los espacios en blanco con cuidado. Tus palabras se vuelven más fuertes, tu poder crece. El espacio entre tus palabras se vuelve tan poderoso como lo que dices.

¿Cuál será la primera cosa que dejarás de justificar hoy mismo?

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